A cargo de la Lic. Raquel CASTRONOVO
Síntesis:
Belén DE LELLIS
TEMA: Relación de coherencia interna, la
estructura vertebral de la planificación.
La relación
de congruencia interna que existe entre el Diagnóstico, los Objetivos y la
Evaluación es el
nudo más importante de la
Planificación.
Esta
relación de congruencia interna se expresa particularmente entre el Diagnóstico
a través de la
Línea de Base, los
Objetivos a través de las Metas y La
Evaluación a través
de los Indicadores.
Por su
parte, las Metas cuantifican nuestros objetivos para poder establecer una
comparación con la
Línea de Base. Las
Metas indicarán en qué magnitud vamos a “sanear” el problema.
Las Metas,
en la medida de lo posible, deben estar planteadas con las mismas variables e
indicadores que los provistos en la
Línea de Base, esto
a fin de poder evaluar con mayor exactitud. Permitiendo establecer una
comparación entre la
Línea de Base, lo
propuesto en las Metas y lo que efectivamente se logró, visto en la
Evaluación.
Objetivo
General: Es
la respuesta exacta a lo que se haya definido como problema en el diagnóstico.
El problema así definido, debe ser trasladado en positivo en el objetivo dando
una concordancia exacta entre el recorte del problema y el objetivo.
Objetivos
Específicos: Así
como el problema tiene distintas dimensiones también habrá distintos objetivos
específicos que compongan al objetivo general. No puede existir un objetivo
específico que no esté componiendo al objetivo general. (No confundir con
actividades)
Metas: Se corresponden con cada objetivo específico,
pudiendo haber más de una meta por objetivo. Las metas se definen de acuerdo a
la viabilidad cuantificando el objetivo específico, precisando la cantidad de
población, la especificidad de población, el tipo de transformación y el tiempo
en el que se logrará.
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